MONTAÑEROS DE LA BACHE: CAMORRITOS- FUENTE DE LOS ACEBOS (18 de Febrero 2.012)

El sábado pasado decidimos subir a la Sierra de Guadarrama a la zona de Siete Picos por la cara sur, lugar más soleado y sobre todo con pocas personas en la montaña.

Aparcamos en Camorritos (apeadero del tren que va de Cercedilla al Puerto de Navacerra y Cotos), en esta época lleno de esquiadores.

Empezamos a subir por el camino de las Encinillas (sendero GR), es una senda que empieza haciendo varios zig-zags por un frondoso bosque de pinos, con un desnivel mantenido; nos encontramos la senda con nieve de estos días anteriores (en Madrid ha caído un poco de nieve la semana pasada), la nieve está helada ya que es una zona umbría, con un poco de atención llegamos a la pradera de Navarrulaque, lugar bonito y con buenas vistas.

Este lugar es un punto de confluencia de distintos caminos y sendas: la antigua carretera de la República que nos lleva al Puerto de la Fuenfría, la senda de los Alevines que nos conduce a Collado Ventoso, el camino de la Pata de Cabra que va a la Hoya Sur de Siete Picos y la Senda Herreros que es la opción que esta mañana hemos decidido tomar.

La Senda Herreros su nombre está dedicada a Enrique Herreros que formó parte de la “Otra Generación del 27” junto a Edgar Neville, Jardiel Poncela, Miguel Miura,…Nace en Aliva (Picos de Europa) en 1.903. Destaca como “dibujante de la Codorniz, pintor, grabador, cartelista, fotógrafo, escritor, cineasta, actor, montañero peñalero y sobre todo buena persona”; así lo describe la dedicatoria de la construcción de madera que señala el inicio del camino.

La senda nos lleva por un bosque de pinos a media ladera -a pie de Siete Picos-, con una subida suave, casi llana en ciertos momentos y percibimos la gran tranquilidad del ambiente; pues estamos completamente solos durante su recorrido. Nos sorprende la luminosidad de la atmósfera y la nitidez del paisaje; de modo que aprovechamos para hacer algunas fotos.

Más adelante, debido a la nieve acumulada nos hundimos hasta la rodilla, por lo que paramos para ponernos las polainas.

Estamos caminando por un antiguo circo glaciar, cruzamos un par de arroyos; en este lugar la senda se empina, sorteamos unas rocas que nos conduce a la Fuente de los Acebos, este manantial es uno de los que forman el Arroyo del Pradillo; la fuente recibe el nombre -como podéis suponer-, por los acebos que hay en la zona.

Decidimos subir más, pero el camino se hace incomodo ya que cada vez hay más nieve acumulada y blanda que ha desdibujado las huellas del camino; acordamos acercarnos al cobijo de unas rocas, ponernos a comer al sol para reponer fuerzas. Como antes comentamos, el día es impresionante por la luz y la variedad de matices que lo hace inolvidable.

La prudencia por las malas condiciones de la nieve nos obliga a volver por el mismo camino, notamos que todavía la nieve está más blanda y hay que andar con bastante cuidado: matojos y retamas debajo de la nieve hacen un mal maridaje para andar.

Llegamos a Navarrulaque, empieza a soplar un viento molesto que hace que no paremos mucho, descendemos hasta encontrar un resguardo del aire y nos sentamos a disfrutar de la naturaleza con los últimos rayos de sol de la tarde.