CORRERÍAS DEL 2 Y 3 DE MAYO. LEÑA A LOS GABACHOS

Como os ha contado Julio, en su hermosa crónica, el "finde" del 1, 2 y 3 de mayo nos resultó de lo más montañero. Si el primer día lo dedicamos a la toma de contacto, el segundo fue de disfrute general. A primera hora de la mañana lucía un cielo azul de los que invitan a la montaña.

Después de un momento de duda si ir hacia el norte o el sur, nos decidimos por el norte y aparcamos en Portalet. Mochilas, polainas, raquetas, bastones... que no faltase nada.Ni tan siquiera la botella de buen vino que Julio no olvida jamás.

Calzados y preparados comenzamos a subir la pista azul de Espelunciecha. Azul cuando se baja esquiando y dura negra de sudor caliente cuando se sube. Se notaba que había casta montañera puesto que se ascendía a ritmo coordinado sin prisa pero sin pausa arbitraria, lo que provocaba que grupos anteriores quedaban a nuestra espalda.

Llegar al collado por donde transita la ratrack lleva su tiempo. Pero eso no nos faltaba.

Allí nos hicimos las fotos con el Anayet de fondo. Pared de roca y nieve, gris de piedra y blanco de plata. Pico orgulloso, altivo, de cara norte curtida , de rostro sereno y mirada tranquila, hablando despacio te invita a observarle ...

Nos vamos alejando siguiendo las huellas borradas del camino por donde iba la ratrack. Giramos a la izquierda y seguimos subiendo. Nos llega la hora de comer.

Una parada haciendo un trozo de terreno de mantel. Bocatas regados con agua y con vino, descanso en lo alto, tú me das yo te doy, todo es de todos...

Hay que bajar y Asun es la más aventurera. Se lanza, nos lanzamos detrás... Estamos bajando casi una pared vertical, hundidos hasta la cadera. Lo que también nos sirve de freno y seguridad.

Cuando llegamos abajo, giramos la cabeza y vemos el camino por donde hemos bajado, nos parece que ha sido imposible.

Pero las huellas dejadas nos dicen que sí, delatan el camino y todo es satisfacción. Día de azul y blanco, de esfuerzo y cansancio...

Y al llegar de nuevo al coche, al quitarnos las raquetas, las polainas y las botas, miramos de nuevo el camino que hemos andado y una sonrisa satisfecha y orgullosa se dibuja en nuestros labios...

Hoy, día 3 es domingo. Por la tarde habrá que cerrar la maleta para volver a casa. Por eso nos lo tomamos con tranquilidad. Un paseo para desentumecer y ¡¡¡buscar setas!!!, que haberlas haylas. Asun y Julio son buenos y aplicados alumnos.Enseguida han captado cuáles son y dónde buscarlas... Llenamos casi una bolsa.
Almorzamos... El día sigue azul radiante...Azul de cielo azul, azul de azul celeste, como si el celeste no hubiera conocido otro color...
¡Qué suerte de fin de semana!
Hay que ir bajando... Y lo que ocurre casi siempre que vas a buscar setas... Cuando te tienes que marchar es cuando más aparecen... Hasta entonces ¿se habrían escondido?... Otra parada. Dejaremos alguna para la siguiente excursión...
Se va terminando el día... Día de despedidas... Asun y Julio se quedan... Otros nos vamos marchando... A todos los que estuvimos, Txaro y Victor, Inma y Ricardo, Miguel y Angelines, Estela y Greg, Maria José y Pedro, MariJose y Eduardo ... un recuerdo. ¡Hermoso ejército para haber repartido estopa y un poco de alegría en 1808, en Madrid o donde hubiera hecho falta!
Eduardo y MariJose
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