MONTAÑEROS DE LA BACHE: MARCHA AL SANTUARIO DE SANTA OROSIA

01 septiembre 2013

MARCHA AL SANTUARIO DE SANTA OROSIA

Esta marcha ya la había realizado Eduardo, con Txaro y Víctor, y nos la propuso a nosotros (Asun y Julio) como entrenamiento después de un largo paréntesis de inactividad.
Es una excursión recomendable en días poco calurosos, ya que se encuentra situada en la zona de Sabiñánigo y el pueblo de Setué del que se parte.

Nada más empezar a andar contemplamos la iglesia de San Adrián, que pertenece al conjunto llamado “iglesias del Serrablo”; se puede considerar una obra del primer románico aragonés.

Seguimos camino arriba y en poco tiempo entramos en una zona boscosa bastante agradable, hasta llegar a una fuente, varias torrenteras y algunas cascadas, con una gran variedad de flores, entre ellas alguna orquídea.

Al cabo de un buen rato subiendo llegamos a una campa que nos deja ver a distancia el Santuario de Santa Orosia (1.550 m.). Eduardo nos dice que es la patrona de Jaca, y que su festividad es el 25 de junio, día en el que se hacen dos celebraciones, una en Jaca y otra desde Yebra de Jaca, ascendiendo en romería con la cabeza de la santa por una senda espectacular.

Según la tradición, Orosia era una princesa de Bohemia que venía a Aragón a casarse con el hijo (Fortunio) del rey de Aragón. Cerca de Yebra de Jaca fue apresada por un jefe islamista que la propuso matrimonio, pero ésta se negó, por lo que fue martirizada, le cortaron la cabeza y la descuartizaron.
Años más tarde se le apareció a un pastor y le indicó el lugar donde estaban sus restos, con el mandato de que los llevara a Jaca, dejando la cabeza en Yebra de Jaca. Antes de llegar a Jaca todas las campanas empezaron a tañer milagrosamente. Existen distintas versiones, alguna totalmente contradictoria…

Vemos dos fuentes, una de ellas de tres caños, cogemos agua y nos ponemos a comer a la sombra del Santuario.

Una vez repuestas las fuerzas seguimos hacia una pequeña capilla llamada de la Cruz.

Asun se queda, Eduardo y yo continuamos por el camino que lleva a Yebra de Jaca, para ver una serie de pequeñas cuevas donde, según se cuenta, vivían ermitaños; ahora algunas de ellas se han convertido en pequeñas ermitas.

Después de un rato, damos la vuelta para encontrarnos con Asun y desandar el camino que nos llevará al coche con la sensación de haber pasado un buen día al aire libre.